El homenaje oficial al creador del emblema nacional se realizó en la plaza Urquiza. El emotivo acto protocolar estuvo presidido por la intendente Irma Monjo
Tras el izamiento del Pabellón Nacional a cargo de la intendente Irma Monjo, el senador Pablo Canali y dos soldados, se llevó a cabo el acto por el Día de la Bandera, con un sentido homenaje a su creador, Manuel Belgrano, a 198 años de su paso a la inmortalidad. Participaron de la ceremonia oficial el viceintendente Gabriel Truffa, la directora departamental de Educación, María García de Serpa, autoridades, concejales y funcionarios. En guardia de honor a la bandera estuvieron presentes el Sargento Arévalo y el soldado Klug, del Batallón de Ingenieros Blindados 2 de Concepción del Uruguay.
La ceremonia frente al mástil de la plaza Urquiza convocó a los alumnos de cuarto grado de las escuelas de la ciudad, que prometieron Lealtad a la Bandera, quienes además recibieron diplomas recordatorios de la fecha. La profesora Selva Taravini se refirió a la conmemoración con sentidas palabras dirigidas al creador del emblema nacional.
Por su parte el Coro de Lenguaje de Señas “Manos de Esperanza” interpretó Aurora, el Himno Nacional y la Marcha de Entre Ríos. Luego de un minuto de silencio se depositó una ofrenda floral a los pies del busto de Manuel Belgrano. Para finalizar se cantó la marcha Mi Bandera y los alumnos de cuarto grado pasaron frente al palco saludando a la Bandera Argentina en uno de los momentos más emotivos para todos los presentes.
“Hoy recordaremos con admiración a uno de los hombres más significativos del movimiento emancipador. Fue un gran precursor de la ilustración de la mujer, la idea de un desarrollo económico nacional, la defensa de lo que hoy llamamos medio ambiente, la educación, la promoción de las ciencias y las artes” expresó la profesora Selva Taravini en las palabras alusivas.
Y agregó: “Humanista brillante, uno de los hombres más cultos de su tiempo, fue también, como militar, un jefe humanitario y sensible, justo con sus tropas, generoso con los enemigos, magnánimo y modesto en el triunfo, firme "como la roca del mar" incluso en las peores derrotas” expresó.
“Belgrano tuvo una concepción predominantemente nacional, en la que lo nacional equivalía a lo americano, y siempre antepuso los intereses de la Patria a los de los partidos, sectores o individuos. Su vida fue el mejor ejemplo de ello”.