La UCR y el PRO anunciaron hace un mes y medio el “relanzamiento” de un ámbito de debate que hoy hace agua. La reforma política y el caso Varisco muestran el resquebrajamiento de una alianza como construcción política. Silencios y gritos en el cielo por el narcotráfico.
La reforma política impulsada por el Poder Ejecutivo tuvo críticas y puntos en los que se coincidió, por caso la boleta única papel. El Senado abrió una instancia de debate y convocó a todos los partidos con personería. El radicalismo, representado por su presidente Pedro Galimberti, fue uno de los expositores el jueves pasado en la Comisión de Asuntos Constitucionales. Lo mismo hizo su par del PRO, Gustavo Hein.
En ninguno de los dos casos se hizo referencia, tajantemente, a la inconveniencia de tratar el tema en la Legislatura o mandar el proyecto a un cajón. Sin embargo, un grupo de diputados radicales difundió un comunicado en el que expresó que un cambio en las reglas de juego en el proceso electoral debía esperar otro turno eleccionario. Es decir habría que esperar hasta el 2023. El PRO también emitió un documento. Manifestó que su partido votaría en contra del proyecto puesto a consideración.
Hace un mes y medio se anunciaba con bombos y platillos el “relanzamiento” de la mesa política de Cambiemos. En ese ámbito se resolverían, previo debate, este tipo de cuestiones. Pues bien, este lunes un grupo de diputados de la UCR hizo una cosa y los amarillos otra. El senador radical Raymundo Kisser se mostró desconcertado ante los acontecimientos. Dijo no tener respuesta ante el desbande de opiniones.
El caso que envuelve a Sergio Varisco y que tiene expectante a quienes siguen los acontecimientos político y judicial también mostró el resquebrajamiento o inexistencia de la alianza opositora como un bloque. No hubo, por parte de Cambiemos, una sola posición conjunta ante los hechos que se conocen día a día. El Comité Capital de la UCR salió a respaldar al Intendente. El PRO, en cambio, se llamó a silencio hasta que el jefe comunal irrumpió en la sesión del Concejo Deliberante. En un comunicado con la firma de Hein y el diputado Esteban Vitor, el macrismo se solidarizó con Josefina Etienot. La presidente del cuerpo deliberativo tiene diferencias hace tiempo con quien compartió binomio en la boleta. Hace algunas horas, consultada por TN se mostró sorprendida por lo que el juez federal Leandro Ríos viene revelando en el marco de la investigación sobre la vinculación de la banda de Daniel “Tavi” Celis y el financiamiento de la campaña electoral de Cambiemos que tiene a Varisco en la lupa como integrante de la misma. Una aclaración: el acuerdo político con el narcotráfico no es que se está sustanciando por estos días, sino que ya se dilucidó hace un año. Por eso Celis está preso.
Etienot sintoniza con el gobierno nacional en este tema. Ahora. No hay lugar para el narcotráfico, esté quien esté involucrado, según dijo Patricia Bullrich. Sin embargo, en la conocida causa de la avioneta el que se impuso fue el silencio. Eran otros tiempos y la gestión nacional gozaba de simpatía por buena parte de la sociedad. El twit de la ministra de Seguridad enseguida del procesamiento de Varisco quizás sea una maniobra más de marketing que una acción política. La administración nacional está en su peor momento y ante la crisis económica y social no tiene espacio para mirar para otro lado ante un tema que copó la pantalla capitalina. La batalla contra el narcotráfico quizás sea el único antibiótico a mano.