El intendente de Chajarí superó con holgura el piso para obtener la minoría. Para las elecciones de noviembre, ocupará el lugar 3 de la lista de Frigerio. Con ello desplaza a Benedetti y se posiciona para 2023 dentro de la UCR, pero también fortalece la propuesta de Frigerio en tanto le evita posibles fugas de votos de la interna para las generales.
Con el 99,22% de las mesas escrutadas, la interna de Juntos por Entre Ríos quedaba así:
Esto implica que la lista que encabezó Pedro Galimberti, con el 31,81% de los votos de la interna de JxER superó ampliamente el piso para obtener minoría (25%) y con ello el derecho a integrar la lista ganadora, en forma proporcional a los votos obtenidos.
Con este porcentaje, Galimberti ocupará el lugar 3 de la lista que llevará Juntos por Entre Ríos a las elecciones de 14 de noviembre:
Rogelio Frigerio (PRO)Marcela Ántola (UCR)Pedro Galimberti (UCR)
De este modo, Galimberti desplaza del tercer lugar de la lista ganadora a Atilio Benedetti, el radical que apoyó desde el inicio a Frigerio y que representó el acuerdo más importante del líder del PRO con el radicalismo.
Significa un golpe importante para Benedetti, que ya no podrá aspirar a renovar su banca en el Congreso de la Nación (cumple mandato en diciembre), y que pierde posicionamiento para su siempre presente voluntad de pelear por la gobernación en 2023.
En contrapartida, Galimberti no sólo podrá llegar al Congreso de la Nación (para eso necesita de un triunfo de JxER en noviembre, cosa muy probable a la luz de los resultados de las PASO), sino que queda como el radical mejor posicionado para discutir con Frigerio la candidatura a gobernador en 2023.
Por lo pronto, de cara a noviembre tendrán que hacer campaña juntos. Eso ayudará a superar un proceso interno que para algunos se pasó de la raya en las agresiones y dejó heridas profundas. Sobre todo en la interna radical.
Mejor no le podrían salir a las cosas a Frigerio. Con Galimberti en su lista, limita al máximo las posibles fugas de votos de la interna para las elecciones generales. Si el intendente de Chajarí no alcanzaba la minoría, no quedaba tan bien posicionado para la gobernación pero, en lo inmediato, hubiera implicado un riesgo de pérdidas de votos de JxER, que podrían emigrar a una alternativa radical, como la que encabeza Lucía Varisco, por afuera de la UCR.
Con casi el 32% de los votos de la interna, Galimberti estuvo a muy poco (sólo 2 o 3 puntos) de caer en la paradoja de la que advirtió oportunamente Página Política:
Otra vez, Frigerio con los planetas alineados. Si Galimberti llegaba al 34 o 35% de los votos, quedaba afuera de la lista, porque no le correspondía el lugar 3 sino el lugar 2, que hubiera sido para la mujer de su lista: Mariana Salinas, del PRO disidente de Concordia. En tal caso, Frigerio se hubiera visto obligado a hacer campaña con Roberto Niez (que lidera el espacio de Salinas), el dirigente que más lo detesta en la interna del PRO. Pero eso habría sido lo de menos: tendría que haber ido a las elecciones generales con un solo candidato radical con posibilidades de entrar: Benedetti. Eso le hubiera restado apoyos en la UCR y facilitado las fugas para noviembre. Y, con más porcentaje de votos en la interna, Galimberti hubiera quedado aún mejor posicionado para 2023.
Pero nada de eso ocurrió. Galimberti tuvo el buen tino de hacer una buena elección, aunque sin exagerar. No se pasó de los límites (34 o 35%) en los que hubiera empezado a ser un problema para Frigerio.
Repasar lo que fue y lo que pudo haber sido, ayuda a entender mejor la emoción que Frigerio exhibió en la noche del domingo.
Fuente: Página Política