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NACIONALES

Malvinas: el recuerdo del último timonel del general Belgrano a 36 años de su hundimiento

Hoy 2 de mayo de 1982, a un mes de comenzada la guerra de Malvinas , el submarino nuclear británico HMS Conqueror hundió el buque General Belgrano. En total, 323 soldados argentinos perdieron la vida. Fue uno de los hechos más desgarradores del conflicto bélico, que entonces ya dejaba entrever que las posibilidades argentinas de vencer eran cada vez menores.

Este sanjuanino criado en Mendoza brindó su testimonio sobre las horas más duras que vivió en su vida a días de cumplirse 36 años de la tragedia y aseguró: "Ya estaba perdiéndose en el agua y había balsas desparramadas en el perímetro con miedo a las explosiones que vienen después. Que ahí se grite un ¡viva la Patria! no era protocolo. Eso era la desesperación y la necesidad de seguir defendiendo a la bandera. Se rescataron a 770 personas. No existe en la historia un hundimiento tan rápido con tanta cantidad de sobrevivientes. El gobierno de Inglaterra a través de Margaret Thatcher fracasó con su cometido. Querían que el barco desapareciera completamente y que nadie quedara vivo".

Agüero nació en Caucete, San Juan , pero a los 8 años se mudó a Mendoza. A la Marina ingresó en 1978 y a las Malvinas el 16 de abril del 82, con 22 años. Fue designado al crucero para desempeñarse como timonel de maniobras y de combate. "Iba a cumplir con la promesa que se hace los 20 de junio: seguir a la bandera, respetarla hasta perder la vida. Con entusiasmo, con fe pero también con miedo, tomando conciencia de lo que podía suceder", contó sobre ese momento.

"Yo a las 15.49 tomé el timón. Se dan las novedades y se comenta el fenómeno climático. Había vientos de 100 kilómetros por hora, temperatura de 10 grados bajo cero con sensación térmica de 20 y oleajes de hasta 18 metros", indicó sobre el momento clave, justo antes del primer impacto.

Sobre esos primeros momentos, Agüero afirmó que no tenía conciencia plena de lo que estaba ocurriendo. Minutos después entendió bien: "Ahí conocí lo que era realmente el miedo. A uno en la formación le enseñan qué hacer antes situaciones límites y tenés que vivirlas. Pero venció el coraje"."Ante situaciones límites te nace el espíritu de supervivencia o el de pánico. Y el de supervivencia nos llevó, una cuestión de misterio, a no dejar solo al otro. La Marina nos formó y tomó la materia prima que eran la educación y los valores", aseveró.

La vida después de la guerra

Agüero tiene tres hijos y trabaja como asesor de seguros en una agencia de autos pero reconoce que la vuelta de la guerra no es para nada fácil. Cuando volvió a su provincia, creyó que el gobierno lo iba a ayudar pero no fue así: debió salir a las calles a vender pan casero y a trabajar como albañil.

"No tienen ni la más mínima idea de lo que vivió cada soldado en defensa de la soberanía nacional, como tampoco se imaginan del bien que le hacen a un veterano cuando lo saludan y lo reconocen en la calle. A mí me pone muy contento cuando lo valoran y también cuando no lo valoran porque no entienden lo que se vivió", finalizó.

Fuente: Diario Uno / La Nación

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