● Se han vinculado los eventos extremos de los últimos días a la llegada de El Niño, pero este aún no se ha formado.
● La señal de El Niño sobre las precipitaciones en el centro-este de Argentina, generalmente se observa desde la primavera y es más fuerte en verano.
Las precipitaciones asociadas a El Niño siguen haciéndose esperar. Es que el fenómeno de El Niño aún no ha dicho
presente, pero está en plena formación. Es la primera vez en siete años que sobre el Pacífico ecuatorial se observan algunos de los precursores de este fenómeno que, por medio de teleconexiones, modifica de manera dispar los patrones de
temperatura y precipitación en todo el mundo.
En particular, este episodio El Niño se produce en un momento singular de este proceso de cambio climático antropogénico, favoreciendo en un 66 % la
probabilidad de que la temperatura media anual del planeta supere temporariamente en 1.5 °C los niveles preindustriales durante al menos un año para el período 2023 / 2027. Recordemos que el anterior episodio El Niño en combinación con el calentamiento inducido por la actividad humana a través de los gases de efecto
invernadero, provocaron que 2016 sea el año más cálido que se tenga constancia, mientras que en 2022 se registró un enfriamiento global producto de un triple evento La Niña.
“La mayoría de los modelos meteorológicos de largo plazo, incluido el modelo de referencia de Meteored, el ECMWF, coinciden en la presencia del evento El
Niño a partir de la primavera del hemisferio sur, lo que comenzaría a promover el incremento del nivel de lluvias en gran parte de la porción central y norte del
país, con un gradiente de aumento oeste-este”, indica Leonardo De Benedictis, meteorólogo de Meteored Argentina.
Nota de Leonardo De Benedictis, meteorólogo de Meteored Argentina
L. De Benedictis – La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) realiza actualizaciones periódicas de las previsiones del evento El Niño, y en su último informe confirmó que todas las condiciones están
dadas para que esta situación comience en breve.
La anomalía de temperatura de agua de mar se presenta por encima de los niveles medios, superando 1 °C los parámetros normales. Esta condición es necesaria para la presencia del evento El Niño, pero no es suficiente, ya que para hablar de la consolidación del evento se necesita que esta característica se mantenga durante varios meses.
Criterios para declarar El Niño
Para declarar un evento El Niño, se tienen que dar varias condiciones simultáneas, dependiendo del centro meteorológico que las monitorea. Los tres más importantes son la NOAA, la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) y el Bureau de Meteorología de Australia (BoM). Por el momento ninguno de los principales
centros mundiales que lo monitorean, ha dado por iniciado formalmente El Niño.
Situación actual y perspectivas
Todos los indicadores apuntan claramente a que se están dando las condiciones típicas de un episodio de El Niño en el Pacífico. Sin embargo, aún es débil el
acoplamiento océano-atmósfera y se estima que en la primavera del hemisferio sur seremos testigos de un acoplamiento (interacción) completo en el Pacífico tropical, con lo que luego comenzará a influir en los patrones de precipitaciones en nuestro país.
Septiembre tendrá precipitaciones por encima de lo normal en la mayor parte de las provincias del nordeste, aunque la señal más marcada de las precipitaciones será evidente a partir de noviembre, y especialmente en la temporada estival, donde tendremos los máximos valores de precipitación media mensual sobre gran parte del centro y este de Argentina. La zona más favorecida por las precipitaciones será la parte superior de la Cuenca del Plata, con lo que se espera un posterior incremento en el nivel y el caudal de los ríos Paraná, Uruguay y tributarios, que se sumará al régimen anual de crecidas. Por ello es de esperar que las localidades situadas a la vera de esos cursos de agua experimenten un aumento en el riesgo de inundaciones.
Las precipitaciones finalmente compensarán el déficit de humedad en los suelos y recompondrá las napas, castigadas por tres años de precipitaciones deficitarias producto de un extraordinario evento La Niña triple.
Fuente Meteored