Mientras miles de personas velaban por la aparición del Submarino ARA San Juan, la inspiración brotaba de la mente del artista plástico elisense José Garay, quien proponía a través de su cuenta de Facebook plasmar el hecho en algún mural.
"Soy un seguidor de la actividad de los submarinos a partir de la Guerra de Malvinas, que me impactó mucho porque estaba en la colimba. Siempre me interesó ese mundo tan desconocido, por eso me movilizó la desgracia del ARA San Juan y la historia de Eliana Krawczyk, primera submarinista sudamericana", comienza diciendo a El Entre Ríos.
"Hice un dibujo y lo subí a las redes. Después vi que ya otros artistas habían hecho murales en otras partes del país, como Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia, entonces se me ocurrió hacerlo de manera particular y empecé a buscar muros entre los vecinos, hasta que la concejal Alejandra Barboza gestionó ante la municipalidad para que me dieran este y aportaran la pintura", relata el artista, agradeciendo a quienes ofrecieron sus paredones y a su alumna Natalia Villón por sumarse a la iniciativa.
Finalmente, la obra -de 4,50 por 2 metros, realizada a base de pintura sintética- se plasmó sobre el muro del corralón municipal de Villa Elisa, ubicado en Avenida Mitre al 1000. "El leitmotiv del mural es Eliana, ubicada a la derecha; al medio, una imagen del submarino navegando; todo con un fondo de cielo, que en realidad es la bandera argentina; el texto con el nombre y el cargo de la submarinista; y 'los 44', representando a toda la tripulación, con un frase alusiva al hecho", describe José Garay para El Entre Ríos, a punto de finalizar el mural.
Sobre Eliana Krawczyk, su musa inspiradora para esta obra, resalta que "ella se metió en un ambiente de elite y machista, como es el de las Fuerzas Armadas, logrando escalar posiciones y conseguir un puesto muy importante, como es ser jefe de armas de un submarino, con mucha gente a su cargo". Y agrega que a lo último "se nos ocurrió sumar al perro de Eliana del lado izquierdo, que es la mascota que se tiraba al agua cada vez que el submarino partía y aún hoy la sigue esperando en el puerto. Con el perro, logramos hacer un homenaje triple: a los tripulantes, a la igualdad de género y al amor de las mascotas. Los argentinos somos muchas veces un poco débiles de memoria y creo que este mural nos debe ayudar a recordar el hecho".
Fuente: El Entre Ríos