Nueve jóvenes murieron en la madrugada del 19 de julio de 1998, hace 19 años, cuando la camioneta que los transportaba de regreso de un baile de Colonia Hocker y a la que subieron haciendo dedo junto a otros ocho amigos, cayó en un zanjón con un espejo de agua en un camino vecinal de Villa Elisa.
Siete de las víctimas murieron por asfixia por inmersión y los otros dos aplastados por el vehículo, según explicó el entonces comisario principal Juan Altuna, jefe de operaciones de la Policía Departamental.
Los jóvenes que viajaban en la camioneta que salvaron milagrosamente sus vidas fueron revisados en el Hospital San Roque de la ciudad, por lo que fueron dados de alta y se convirtieron en los únicos testigos del accidente. El hecho sucedió en un camino de ripio en una camioneta Dodge, patente E 089-762, cuando por causas no establecidas, el rodado pasó a la mano contraria y cayó a una alcantarilla con un pequeño espejo de agua.
Las victimas fatales
Roxana Inés Rolón
Marisol Vargas
Patricia Korenchú
Damián Rodríguez
Raúl Rivero
Adolfo Francou
José Rolón
Eduardo Ruiz
José Rivero
En tanto, los protagonistas del accidente que resultaron ilesos fueron identificados como Flavio Miguel Magallanes, quien conducía la camioneta, Daniel Antonín, Darío Vergara, Gustavo Casse, José Luis Panelo, Jorge Izaguirre, Gustavo Bren y Mario Vargas, dijo el comisario Altuna. También informó que “Roxana Rolón y José Rolón eran hermanos, y que Raúl Rivero y José Rivero también eran hermanos”.
Altuna explicó que “la caída del vehículo al espejo de agua provocó un daño terrible a sus ocupantes. A pesar de que en el espejo el agua no alcanza los 40 centímetros de profundidad, siete de las víctimas fallecieron por asfixia por inmersión”. La policía y los bomberos llegaron al lugar del accidente a las 6:45 horas después de que un lugareño que vio a las víctimas denunciara el caso en la comisaría de Villa Elisa. De los nueve muertos, sólo Miguel Rodríguez y Patricia Korenchuc murieron aplastados por la camioneta, y los otros por asfixia por inmersión.
El entonces intendente de Villa Elisa, Carlos Alberto Putallaz, decretó duelo en la ciudad para que puedan participar del entierro de los nueve jóvenes elisenses fallecidos, que fueron velados durante la tarde de manera conjunta en el Polideportivo de la ciudad. Además decidió la suspensión de todas las actividades que tenía previstas. Del velatorio de los jóvenes muertos participaron cientos de vecinos que se acercaron al Poli, para acompañar a las familias de las víctimas. Padres, hermanos y familiares de los jóvenes muertos se abrazaban y lloraban frente a los féretros.
“Una vez terminado el baile los chicos hicieron dedo y el destino determinó que el conductor de la camioneta, que aceptó traerlos de regreso, terminara chocando la alcantarilla y cayendo al zanjón”, se lamentó un tío de uno de los jóvenes muertos. Fue la primera vez que una tragedia de estas características ocurre en Villa Elisa, por esos tiempos, mucho más pequeña que ahora. También, diversos medios de comunicación nacionales, como América, Diario Clarin, Telefe y Canal 13 se acercaron a la Ciudad Jardín para transmitir a todo el país, el dolor del pueblo entero.
Fuente: Archivo de Villa Elisa Al Dia