"Me quedaba un solo cargador, pude observar bultos que se concentraban para asaltar el lugar dónde me encontraba.
Decidí salir, pude hacerlo y descargar mi último cargador, fue una sorpresa para mis enemigos, pude observar a varios que caían, pero reaccionaron rápidamente y comenzaron a perseguirme.
Yo procuraba llegar a la Segunda Sección, bajaba la colina, sentí estallar una bomba, caí, pero no tenía heridas y seguí corriendo, atrás mío venían varios ingleses cómo a unos 50 mts.
Sentía las ráfagas de ametralladora por sobre mi cabeza, Estalló otra bomba y sentí como una gran mano me hubiera detenido y arrojaba hacia arriba. Tenía los ojos llenos de barro, pero no sentía dolores, ni palpé sangre en ninguna parte de mi cuerpo. Volvía correr y pude alejarme en la oscuridad de mis perseguidores" Extraído del libro Desde el Frente.