Por Dr Fernando Spiazzi
El deporte estuvo en el freezer durante casi un año y medio, desde que se conoció el alcance de la pandemia, marzo de 2020 hasta el mes de julio de 2021, se elaboraron protocolos, se escribieron miles de posibilidades para que el deporte regrese y en julio de 2021 volvimos al ruedo.
La gente ávida de espectáculos deportivos volvió con todo, se notó en los números de las entradas pagas en cada uno de los reductos deportivos, se incrementó el número de deportistas y de clubes en la participación deportiva, todo esto visto con beneplácito de parte de la dirigencia.
La post pandemia trajo en definitivo beneficio en la práctica del deporte y beneficio las arcas de los clubes, que tenían los bolsillos flacos de actividad remuneratoria.
Aquí hacemos un paréntesis, el deporte amateur es practicado por las asociaciones civiles y estas son entidades sin fines de lucro, esto no significa que no puedan realizar beneficios, en este caso el lucro es «reinvertible» en el objeto de su fundación que figura en los estatutos, la diferencia con las sociedades que en este caso el lucro es repartible y en las asociaciones el mismo se vuelve a utilizar para el fin de la creación de la misma.
Dentro del universo del deporte encontramos un montón de personas e instituciones que cumplen varias funciones y que tienen ingresos dentro del deporte amateur o cumplen una función social.
Para el común de la gente practicar deporte es un factor de diversión y de ocio, en parte sí, pero hay facetas que se dan dentro de la actividad deportiva que tienen que ser destacadas.
Primero el club cumple la función de malla de contención de niños, niña, de toda edad, adolescente, veterana, discapacitada y demás.
Segundo genera una moneda a técnicos, profesores de educación física, utileros, cancheros, ayudantes, electricistas, cortadores de pastos, venderos de ropa deportiva, de pelotas y otros, que generan material para la práctica del deporte.
Tercero la seguridad de los deportes es una inversión que realizan los clubes para garantizar la normalidad en los espectáculos.
Cuarto los seguros de responsabilidad que pagan los clubes generan una contraprestación monetaria necesaria que mueve mucho dinero al año-
Las coberturas médicas en las canchas y las atenciones de los jugadores es otro tema que genera un impacto importante en lo económico.
Así podríamos seguir enumerando actividades que florecen a la vuelta del deporte, entonces cuando se pretende decir que el deporte es un simple ocio, estamos pronunciando una verdad a medias. Por lo antes enunciado.
EN EL MEDIO DE TODO ESTO, LOS PROTAGONISTAS VOLVIERON MAS VIOLENTOS
La realidad es que desde la vuelta del deporte en julio de 2021 y de lo enunciado más arriba, nos encontramos con un sinfín de partidos suspendidos, con un gran número de agresiones a los árbitros, con peleas entre los jugadores a toda edad, con críticas recurrentes a todo el plantel arbitral en todos los deportes.
La post pandemia nos volvió menos reflexivos, nos volvió más impetuosos, más viscerales, menos afectos al dialogo y en una gran proporción el deporte está más violento.
Cuando escribimos la columna no citamos casos particulares, nos enfocamos en las estadísticas, en los hechos generales en los que está envuelta la provincia de Entre Ríos y basta con repasar los hechos en varios espectáculos, de agresiones a los árbitros, de suspensión de partidos, de hechos de violencia, para encontrar la razón en por qué sustento los dichos.
La realidad es que los árbitros se equivocan como se equivocan los protagonistas dentro de los reductos deportivos, pero nada justifica que ese error traiga aparejada una agresión de adentro de la cancha o de afuera de la misma.
Es tarea de los dirigentes de cada club, comenzar a combatir la creciente irascibilidad que se transmite muchas veces desde adentro hacia afuera,
El dirigente debe luchar por su club si eso es cierto. Pero siempre debe prevalecer el colectivo, debemos entender que la violencia actual en los espectáculos deportivos, no puede crecer, debemos combatirla de raíz, como la hierba mala cuando comienza a hacer daño.
Creo que la mejor manera de empezar a crecer, es no mirar para otro lado, comprometernos, visualizar que hay un problema y nos debemos ocupar , esa es la primera opción que tenemos, no nos pueden ganar los violentos.
Entiendo porque fui deportista, hincha, dirigente, que muchos fallos no son justos, que duele perder, pero no es opción y no debe puede ser nunca recurrir a la violencia para exteriorizar nuestro descontento.
Algunos opinan que hay que aplicar mano dura, elevar las penas y las sanciones, yo particularmente creo que esa faz punitiva no resuelve la cuestión de fondo, creo que la prevención. La educación y la virilización de medidas de cuidado son las formas necesarias para poder comenzar a volver a la normalidad.
Debemos entender que el deporte debe ser un motivo de encuentro, que unos ganan y otros pierden, que como en la vida sufrimos más derrotas que victorias, que la palabra perder no es una mala palabra, que para poder perder primero hay que competir y que cada derrota deja un aprendizaje para que nos construyamos de mejor manera,
Debemos luchar todos los días desde nuestro pequeño lugar para que el deporte sea un motivo de diversión y no de preocupación.
NO NOS PUEDEN GANAR LOS VIOLENTOS.