La industria de alimentos de Argentina expresa preocupación sobre el impacto del etiquetado frontal en sus productos. ¿Cuál será el futuro de esta herramienta clave para una alimentación más saludable en el país?

El etiquetado frontal de alimentos es una herramienta clave para ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas sobre lo que comen. En Argentina, el gobierno ha estado trabajando en la implementación de un etiquetado frontal desde hace varios años, con el objetivo de reducir los altos niveles de obesidad y enfermedades relacionadas con la dieta en el país.

En 2020, el Ministerio de Salud presentó una propuesta de etiquetado frontal basado en el modelo de octógonos, similar al que se utiliza en Chile. Esta propuesta consiste en un sistema de etiquetas en la parte frontal de los paquetes de alimentos, que incluyen un octógono negro con la leyenda "Alto en" seguido del nutriente que debe ser consumido con moderación, como sodio, grasas saturadas, grasas totales, azúcares, entre otros. Además, se agregaría una descripción sobre el exceso de consumo de estos nutrientes y su relación con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

La propuesta del etiquetado frontal ha sido objeto de debate en Argentina, con algunos grupos de la industria de alimentos expresando su preocupación por los posibles efectos negativos que podría tener en el sector. Sin embargo, la mayoría de los expertos en nutrición y salud pública han apoyado el etiquetado frontal como una herramienta importante para educar a los consumidores y ayudarles a tomar decisiones informadas sobre su alimentación.

En marzo de 2021, el gobierno anunció que la implementación del etiquetado frontal se llevará a cabo de manera gradual, comenzando con los productos que contienen altos niveles de azúcares añadidos, sodio, grasas saturadas y grasas totales. Además, se estableció un período de transición de seis meses para permitir a los fabricantes de alimentos realizar los cambios necesarios en sus productos.

La implementación del etiquetado frontal en Argentina representa un paso importante hacia la promoción de una alimentación más saludable y la prevención de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta. A medida que el país avanza en este proceso, se espera que otros países de la región sigan su ejemplo y adopten medidas similares para proteger la salud de sus ciudadanos.

Fuente El Once