El Comité de Organización de Emergencias en Salud (COES) entrerriano emitió el documento COES 144, dirigido a instituciones, por el cual se detallan los principales lineamientos para prevenir la transmisión de dengue.
Cabe recordar que la última semana el Ministerio de Salud de Entre Ríos definió volver a constituir el COES, motivado por el aumento de casos de dengue registrados tanto en nuestra provincia como en diferentes jurisdicciones del país. Desde entonces, se ha convocado a diferentes actores institucionales para mancomunar esfuerzos ante este nuevo escenario y se elaboró un nuevo documento COES para facilitar la información de los lineamientos que atañen a la prevención y diagnóstico temprano de la enfermedad.
Las medidas propuestas apuntan a evitar la reproducción del mosquito transmisor del dengue y protegerse de su picadura; como también a recordar los síntomas de la enfermedad para propiciar su diagnóstico temprano.
El documento COES 144, que ya fue remitido a las áreas pertinentes para su difusión, tiene por objetivo informar medidas de prevención y actividades a desarrollar por cada institución en relación al dengue en contexto de brote.
De este modo, se recuerda que el dengue es una enfermedad viral que ingresa a los seres humanos a través de un único vector transmisor: el mosquito Aedes aegypti. En este sentido, se aclara que es esencial conocer mínimamente la biología del mosquito para tomar las medidas de prevención correctas.
En esta línea, se detalla que el Aedes aegypti tiene afinidad por poner sus huevos y criarse en recipientes que contienen agua, para poder desarrollar su etapa larvaria acuática. Al cabo de cinco a siete días nace el mosquito adulto y comienza su etapa aérea, donde el insecto busca alimentarse de sangre humana para perpetuar su especie y continuar con su ciclo biológico.
En cuanto a los signos a los cuales estar atentos, se indica que los síntomas son similares a los de una gripe pero sin molestias respiratorias:
Fiebre alta (de 2 a 7 días de duración), acompañada por:
– Intenso malestar.
– Dolor de cabeza (en especial detrás de los ojos), muscular y de las articulaciones.
– Erupción en la piel.
– Sangrado de nariz y encías.
– Náuseas y/o vómitos.
El documento enumera una serie de medidas a tener en cuenta en toda institución u organismo municipal, provincial, nacional o entidad privada, para contribuir al control de la enfermedad:
Se aconseja explicar el contexto y capacitar en la forma correcta de hacer el descacharrizado al personal de maestranza o afines.
Igualmente, implementar y mantener una inspección minuciosa de las áreas exteriores e interiores, en busca de recipientes que tengan agua o que puedan acumular agua. Se debe dar vuelta, vaciar y si es posible eliminar floreros o plantas en agua, como también revisar las canaletas pluviales, entre otras. Se sugiere que el recorrido del edificio se lleve a cabo como mínimo una vez por semana, sobre todo luego de días de lluvia (con el objetivo de identificar criaderos nuevos).
Además, se recuerda mantener corto el pasto del perímetro y, en caso de contar con plantas ornamentales, revisar que no haya criaderos escondidos; y en el caso de tener plantas en macetas, verter el agua de los platos de base (si es que los tienen).
Otras recomendaciones son: difundir entre la comunidad institucional (empleados, docentes, alumnos, entre otros) las medidas de prevención y los síntomas para consultar al médico de manera oportuna; indicar el uso de repelente durante las horas que las personas están dentro de la Institución (y de ser posible, complementar con repelentes ambientales); mantener cerradas las aberturas en horarios de mayor densidad de mosquitos (primeras horas de la mañana o al atardecer, para evitar su ingreso) o usar telas mosquiteras en ventanas.
Finalmente, se recuerda que la fumigación no se debe usar de manera preventiva: su práctica sólo está indicada para realizar bloqueos por casos sospechosos, probables o confirmados de dengue.
El texto aclara que la fumigación no tiene poder residual, por lo tanto mata solo al mosquito que se encuentra en vuelo, no así a los que están en etapa de huevo o larva que nacerán en los días siguientes. Se trata de un punto fundamental a tener en cuenta, ya que la fumigación no tiene efecto preventivo, puede crear resistencia al químico y no es ecológicamente sustentable.