El gobernador Rogelio Frigerio encabezó el acto por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas que se realizó, con la presencia de ex combatientes, en Basavilbaso. “Es una causa nacional y tenemos que unirnos detrás de ella, más allá de colores partidarios y diferencias”, afirmó.
En el marco de los 42 años de la Guerra de Malvinas y del reclamo por ejercicio de la plena soberanía argentina sobre las Islas y los espacios marítimos correspondientes, es que se realiza este 2 de abril la jornada conmemorativa, con el fin de rendir homenaje a todas las personas que participaron de ese conflicto bélico que ocurrió en 1982.
Durante la ceremonia, que tuvo lugar en la Plaza 9 de Julio, de Basavilbaso, Frigerio remarcó la importancia de la fecha e instó a que como argentinos, tengamos presente un mandato que no podemos ignorar: “el de unirnos”. Participaron, también, el intendente anfitrión, Hernán Besel y el presidente de la Cámara de Diputados, Gustavo Hein, entre otras autoridades.
“La Guerra de Malvinas tiene que ver con nuestras raíces pero también con nuestro futuro, y reclama la acción conjunta de toda la sociedad y, especialmente, de la política”, sostuvo el mandatario.
Párrafo seguido, puso de relieve la importancia de mantener presente en la agenda, “aquel sueño por el que nuestros combatientes lucharon, el reclamo de la soberanía sobre las islas. Todos debemos asumir ese compromiso y asegurarnos de que sea un reclamo basado en el diálogo respetuoso, sincero y profundo”, afirmó, al tiempo que remarcó que esa “es la mejor manera de honrar a nuestros héroes y demostrar que las batallas que dieron no fueron en vano”.
“Hoy el mejor homenaje que podemos hacer, es sostener el reclamo sobre nuestras islas, es respetar a nuestros héroes, respetar a nuestras fuerzas armadas y a nuestra fuerza de seguridad, recuperar el orgullo de vestir ese uniforme y de llevar nuestra bandera”, sostuvo el gobernador.
Por último, Frigerio instó a la ciudadanía a trasmitir, con el ejemplo, la importancia de estar unidos y a "nuestros hijos los aprendizajes que nos dejaron nuestras épocas más tristes y oscuras, y cultivemos la esperanza para que siga viva”.