¿Es posible retener el gobierno provincial con un peronismo dividido? Ese es el interrogante central para resolver la interna peronista de Entre Ríos. El problema es que no hay una sola respuesta.
Respuesta 1: Bordet no gana sin el voto K.
La argumentación es simple: una lista de Unidad Ciudadana terciando entre el PJ y Cambiemos le restará votos al PJ. Históricamente, las terceras fuerzas han obtenido en Entre Ríos alrededor de un 15%. Y al PJ no le sobra nada, porque Cambiemos viene ganando las últimas elecciones en la provincia.
Si la división es sinónimo de derrota, Sergio Urribarri cuenta con una formidable herramienta de negociación. Tiene en sus manos nada menos que la reelección de Bordet.
Si está tan claro que una lista de Unidad Ciudadana compitiendo por afuera del PJ hace perder las elecciones a Bordet, Urribarri estaría en posición de pedir lo que se le ocurra, desde una presión política para la liberación de su cuñado Juan Pablo Aguilera hasta la separación de Rosario Romero del Ministerio de Gobierno, a quien consideran una operadora judicial en su contra.
¿Accedería Bordet a lo que implicaría retroceder en el camino de separación de Urribarri que emprendió tras la derrota de 2017? ¿Qué impacto electoral tendría un acuerdo de este tipo con Urribarri?
Ahora bien ¿realmente Urribarri se atrevería a cumplir con su amenaza? Al menos para la dirigencia que pretende seguir haciendo política en Entre Ríos ¿no implicaría un enorme costo interno ser acusados de haber hecho perder al peronismo por haber ido por afuera del PJ?
“No ponemos nosotros en riesgo el triunfo del peronismo, lo pone Bordet al aliarse con Macri, desdoblar las elecciones y no dar las minorías”, responden en Unidad Ciudadana.
Si Bordet no da la minoría, tendrían una excusa para justificarse, la misma que en 2007: las amañadas reglas de juego de la Ley Castrillón que obligaron a ir por afuera a Solanas con su Lista 100.
¿Les convendría ir por afuera? La historia reciente (2007, 2011, 2015) demuestra que una segunda oferta peronista obtiene más cargos yendo por afuera del PJ que jugando la interna sin representación de minorías.
Pero además, si efectivamente la división electoral del peronismo hace perder a Bordet, los dirigentes provinciales de Unidad Ciudadana quedarían bien posicionados para una presunta candidatura presidencial de Cristina Fernández en octubre.
En esa elección nacional, Entre Ríos renueva tres senadores y cuatro diputados. Urribarri, Julio Solanas, Blanca Osuna, tendrían más chances de ocupar las 2 bancas de diputados, o las 2 en el Senado que puede obtener la fuerza que gane las elecciones en la provincia en octubre.
Respuesta 2: La división electoral no afecta las chances de Bordet
Hay quienes sostienen que en esta etapa las PASO no saldan la división peronista. Dicen que el voto de Cristina es muy duro y que si pierden en la interna, luego no acompañan en la general. Eso fue precisamente lo que pasó en 2017. La lista que encabezó el diputado Juan José Bahillo no recibió el voto K de la interna.
Según esta teoría, dar la representación de minorías no serviría de mucho para contener ese voto. Los sectores más radicalizados del kirchnerismo jamás votarían por Bordet, a quien consideran un aliado de Macri. En la general cortarían la boleta y meterían en el sobre sólo la lista de diputados en la que consiguieron colar los suyos por haber alcanzado la minoría.
Es más, esta teoría –que es muy tomada en cuenta entre radicales y macristas- dice que Bordet podría sacarle votos a Cambiemos entre el electorado independiente al separarse del urribarrismo y de otros sectores del kirchnerismo.
Entonces ¿para qué resignar lugares en la lista de diputados que le pueden servir para un mejor armado electoral, con otros acuerdos dentro o eventualmente fuera del peronismo? En definitiva ¿para qué garantizar con 3, 4 o 5 bancas opositoras internas que ingresen por minoría, la continuidad de la resistencia que se viene registrando en la bancada del PJ de la Cámara de Diputados?
Siempre en la hipótesis de una reelección de Bordet, si Unidad Ciudadana se presenta como una alternativa por afuera del PJ y mete diputados, ocupará bancas entre los espacios de la oposición y no entre los 18 que lleva el partido que gana. Bordet se aseguraría la mayoría en Diputados. Y, si la historia se repite como en 2007, 2011, 2015, podría sumar luego a los diputados electos por el kirchnerismo.
Intendencias
Más claro parece estar el perjuicio de una división electoral del voto peronista en las elecciones municipales. Los que más perderían con una fractura son los intendentes, a los que se les divide el voto peronista para pelearle a Cambiemos en la general.
Por la candidatura a intendente de Paraná, podrían competir en las PASO del PJ Adán Bahl y Blanca Osuna. En el caso de que gane Bahl, el candidato oficial, alguien podría especular con que los votos de Osuna no acompañarán a Bahl en la general. Al menos una buena porción de esos votos. Pero si van por afuera, serán el 100% de los votos de Osuna los que perdería Bahl.
El panorama se complicaría mucho más para Bahl si Osuna va por afuera con Solanas como candidato a gobernador. El exintendente ha sabido conservar una importante base electoral en la capital provincial.
El intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio, fue claro al respecto cuando dijo que, llegado el caso, pegaría su boleta con Bordet y con Solanas. Para eso necesita que el asunto se resuelva en las PASO, que no haya división electoral.
La presión de los intendentes para evitar la fractura podría resultar determinante a fin de saldar el principal dilema electoral del peronismo entrerriano en esta coyuntura electoral.
Fuente: Página Política