Este jueves, 27 de abril, se cumple el plazo para la definición que espera toda la política entrerriana: saber si este año la provincia votará junto o separado de la nación.

Si este jueves el gobernador Gustavo Bordet no convoca a elecciones para el 24 de septiembre, Entre Ríos elegirá sus autoridades provinciales y locales (gobernador, intendentes, legisladores, concejales) junto con las autoridades nacionales (presidente y diputados nacionales) el 22 de octubre.

Hace ya un año que se viene especulando sobre la posibilidad desdoblar las elecciones. Tanto tiempo de cálculos de ganancias y pérdidas electorales se explica en que la definición se esperaba para fines del año pasado, pero una reforma electoral a principios de diciembre prorrogó en 105 días el cronograma electoral provincial. Y, entonces, la definición se extendió al 27 de abril.

Las especulaciones llevan ya un año y, sin embargo, la incertidumbre es total. En el oficialismo dicen un día una cosa y al siguiente todo lo contrario. Lo que repiten es que Bordet esperará hasta el último minuto para resolver.

A principios de 2022 se descontaba que el gobernador peronista desdoblaría las elecciones para marcar distancia del crítico escenario nacional. Por eso es que la oposición empezó, ya en febrero de ese año, a lanzar candidatos y hacer campaña.

Pero a mitad del año pasado, comenzaron a cobrar fuerza los argumentos a favor de la simultaneidad electoral, por dos razones centrales: 1) la llegada de Sergio Massa a Economía abría expectativas de recuperación y control de la inflación, al tiempo que lo proyectaba como un competitivo postulante a la presidencia y 2) en el peronismo comenzaron a advertir sobre las lesiones que la simultaneidad podía ocasionarle al principal candidato a la gobernación de Juntos por Entre Ríos, Rogelio Frigerio.

Pero las dificultades de Massa para enderezar la economía volvieron a darle vida al desdoblamiento. Y el voto de los diputados frigeristas a la reforma política de diciembre, reforzó las sospechas de un soterrado acuerdo entre Bordet y Frigerio para, al menos, prolongar la posibilidad de separar las elecciones provinciales de las nacionales. Sin esa reforma, Bordet tendría que haber decidido a fin de año.

En diciembre, cuando impulsó la reforma, el Gobernador esperaba que para el 27 de abril el panorama estuviera más claro. Pero la sequía que se extendió en el medio alteró todas las proyecciones y Bordet se enfrenta ahora a tomar la decisión electoral más importante para Entre Ríos en medio de una de las peores crisis del gobierno nacional, que llevó al Presidente a adelantar la comunicación de renunciar a su posibilidad de reelección, al cabo de unos días de incertidumbre por un posible paso al costado de Massa en Economía, que motivaron una corrida cambiara.

Se supone que para el jueves tampoco estará claro si Massa obtendrá la buscada renegociación con Fondo Monetario que le habilite un margen mayor de déficit fiscal y adelantos de desembolsos. Es decir que Bordet llegará al 27 de abril sin saber si Massa estará en condiciones de ser, al menos, algo parecido a aquel candidato a presidente competitivo que proyectaba el oficialismo el año pasado.

A continuación se listan algunos argumentos a favor y en contra de un desdoblamiento electoral, como para entender mejor la complejidad de la definición sobre la fecha de las elecciones provinciales:

Argumentos a favor de desdoblar

La economía. El manual de la especulación indica que si un gobierno nacional está mal, el gobierno provincial del mismo signo político buscará tomar distancia con un desdoblamiento electoral. Es lo que están haciendo la mayoría de las provincias peronistas. A fin de año, el FdT conservaba un 30% de aprobación, con Massa al mando de la economía prometiendo un 3% de inflación para abril. Después vino la sequía, el 6,6% de inflación de febrero y el 7,7% de marzo, lo que reactivó la crisis interna en el oficialismo. En este contexto, en las últimas semanas se sumaron en el peronismo provincial las voces a favor del desdoblamiento.

Intendentes preocupados. Los que más claramente piden separarse de la escena nacional son intendentes del PJ que buscan preservar su buena imagen local. Ven que una ola nacional en contra podría voltearlos y favorecer a candidatos locales de JxC que por sí mismos no son competitivos. La pregunta aquí sería qué arrastraría más a un candidato a intendente de JxC: llevar a Frigerio como cabeza de lista en una elección desdoblada (en la que se supone aumentan su poder de tracción los candidatos a gobernador) o llevar en la punta de la boleta al candidato a presidente de JxC. Los intendentes del PJ presumen que la ola nacional sería más potente en una elección conjunta, pero la cercanía de las fechas (24 de septiembre provinciales/ 22 de octubre nacionales) licuaría la posibilidad de provincializar la elección entrerriana aún en el caso de un desdoblamiento. Para el 24 de septiembre, la campaña presidencial estará al rojo vivo y a los intendentes les será difícil imponer su mensaje local.

Limitar a Milei. Sin un candidato a gobernador competitivo, se supone que los libertarios no tendrían en una elección desdoblada un desempeño electoral que le permita ocupar bancas en la legislatura y en los concejos deliberantes de la provincia. Sólo podrían hacerlo llevando a Milei en la boleta, es decir, en elecciones provinciales que se realicen en forma conjunta con las nacionales. Los recientes ejemplos de las elecciones en Neuquén y Ríos Negro confirman esta presunción: en ambas provincias los libertarios quedaron en cuarto lugar.

Argumentos a favor de unificar

La economía. Es siempre la razón central de cualquier decisión sobre fecha de elecciones. Es de manual que si a un gobierno nacional le va bien y tiene altas probabilidades de continuar en el poder, el gobierno provincial del mismo signo político hará coincidir su elección con la nación para beneficiarse del arrastre en la boleta del candidato a presidente. Es evidente que no es el caso del FdT, cuyo presidente desistió de buscar la reelección porque sabe que no tiene ninguna chance. Pero el FdT tendrá en octubre un candidato a presidente y unificar las elecciones tiene algún sentido desde esta perspectiva si ocurre una recuperación del poder adquisitivo por freno a la inflación. En tal caso, el oficialismo llevaría como presidente al autor de esa proeza, Sergio Massa, un candidato preferido por el círculo rojo, con capacidad de disputar el voto blando del centro a JxC. Nada asegura, por estos días en los que Bordet tiene que decidir, que Massa pueda hacer algo más que evitar el estallido.

No perder poder antes de tiempo.

Ante una probable derrota, votar el 22 de octubre le permitiría a Bordet extender en casi un mes su poder de mando y le garantizaría el financiamiento nacional para la obra pública, como un premio al acompañamiento al postulante a la presidencia.

Reducción de costos. En caso de perder con elecciones unificadas, Bordet podría responsabilizar por la derrota al gobierno nacional. En cambio, si desdobla, todo el costo será suyo, compartido con el postulante a la gobernación. Bordet es el dirigente peronista con mejor imagen en Entre Ríos.

Asegurar que Milei haga daño.

En el plano nacional, el crecimiento del líder libertario ha convertido la polarización de los últimos años en un escenario electoral de tercios, restando votos principalmente a JxC. Pero para que ese efecto se produzca también en el orden provincial, su rostro debe verse en el cuarto oscuro y eso sólo es posible en una elección simultánea. Las elecciones provinciales de Neuquén y Río Negro confirman que los libertarios no mueven el amperímetro si el propio Milei no está en la boleta. En ambas provincias salieron cuartos. Y en Entre Ríos carecen de un candidato a gobernador competitivo. En esta lógica, desdoblar es para Juntos por Entre Ríos reducir al mínimo el daño del efecto Milei.

Asegurar la interferencia de la interna nacional de JxC.

En las PASO de una elección simultánea, Frigerio se vería obligado a tomar partido dentro de la interna nacional, que registra niveles de confrontación muy superiores a la provincial. Eso podría provocarle divisiones en sus propias filas. En cambio, con elecciones desdobladas le sería más posible mantener su imparcialidad, porque no tendría que pegar boleta con ningún candidato a presidente.

Hacerle perder peso a Frigerio. Hay una teoría que afirma que en una elección simultánea, los electores miran en el cuarto oscuro los dos extremos de la extensa boleta sábana: el presidente y el intendente. Y que, en el medio, el gobernador pasa a un segundo plano. El peronismo está mejor armado para las intendencias de las cuatro ciudades más grandes de la provincia: Paraná, Concordia, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay. Para ser competitivos, los candidatos a intendente de JxC en esas ciudades necesitan del arrastre de Frigerio que, según esta teoría, sería mayor en una elección desdoblada. Pero los detractores de este argumento afirman que en un contexto de crisis como el actual, el arrastre del candidato a presidente de JxC, la ola nacional, sería imparable y levantaría a todos, Frigerio incluido.

Limitar el posicionamiento negativo.

Si se desdoblan las elecciones, el oficialismo corre el riesgo de llegar a la elección provincial del 24 de septiembre acumulando dos previas “derrotas”, si es que, como presumen muchos, obtiene menos votos que JxC en la sumatoria de las distintas listas que compitan en las PASO provinciales del 30 de julio y las PASO nacionales del 13 de agosto.

Limitar el poder de la TV porteña. De todos los aspirantes a la gobernación, Frigerio es el único que tiene abierta las puertas de la televisión porteña. Es una herramienta de campaña efectiva por la importante penetración que tiene en Entre Ríos, debido al débil sistema de medios provinciales. Si las elecciones se desdoblan, Frigerio tendrá mucho más espacio en la TV porteña, que reservará una fecha para cubrir las elecciones entrerrianas. Ese espacio será mucho menor si las elecciones son simultáneas y la cobertura se centra, como es lógico, en las presidenciales.

Aunque son muchos y en algunos casos atractivos, ninguno de estos últimos argumentos a favor de la simultaneidad electoral puede, por sí mismo o en conjunto, alcanzarle al peronismo para retener la provincia si no se endereza la economía, aunque sea un poco, como para mostrar un horizonte sin precipicio. Son más bien complementos, más tendientes a complicarle las cosas al rival o a reducir costos de una derrota.

Fechas clave (si Bordet desdobla)

10 de junio: Cierre de listas para PASO provinciales.

24 de junio: Cierre de listas para PASO nacionales.

30 de julio: PASO provinciales.

13 de agosto: PASO nacionales.

24 de septiembre: Elecciones provinciales.

22 de octubre: Elecciones nacionales.

Fechas clave (si Bordet no desdobla)

24 de junio: Cierre de listas para PASO nacionales y provinciales.

13 de agosto: PASO nacionales y provinciales.

22 de octubre: Elecciones nacionales y provinciales.

Fuente: Página Política