El Intendente de Chajarí habla con diferentes sectores, se muestra con vecinos de otras ciudades y hasta con posibles opositores. Al frente de un mandato que fue reelegido con los guarismos más altos de la provincia, el radical fija una brújula.
Cualquier dirigente que inicie una gestión, si se le pregunta por una candidatura futura, dirá que falta mucho, no es momento, o que la gente lo votó para que le solucione los problemas a los vecinos. Pedro Galimberti no sería una excepción.
Pero el Intendente de Chajarí, que asumió su segundo mandato, dejó mensajes que dejan entrever aspiraciones y eso sumado a otros elementos permite anotarlo en la lista de buena fe para el 2023. En la apertura de sesiones ordinarias, el radical hizo hincapié en el escenario provincial, del que fue muy crítico.
“Cuando el Estado provincial se retrotrae, se fortalece el rol de los gobiernos locales que, como el nuestro, afronta con sus propios recursos aquello que no es de su natural competencia, proporcionando fondos para la normal prestación del servicio de seguridad, realizando múltiples aportes para el sostenimiento del servicio de educación y fortaleciendo su rol en la atención primaria de la salud de la población”, fue una de las críticas que hizo el jefe comunal, este martes, ante autoridades y concejales.
Enseguida distinguió “el federalismo que puso en práctica el anterior gobierno nacional en todo el país y en Entre Ríos en particular”, federalismo que llamó a “imitar por la administración provincial”.
Hábil orador castigó a la Casa de Gobierno, pero también mostró su costado conciliador y de opositor colaborador, “como hombre de la democracia”.
No tardó mucho en poner en su boca una narrativa de proyección provincial pese al ámbito en el que estaba. “Entre Ríos tiene todo para ser una gran provincia, pero debemos ponernos manos a la obra en la construcción de un modelo de desarrollo para salir del estancamiento”.
Para el final, luego de repasar lo realizado y hacer anuncios, convocó “a todos sin excepción” para que Chajarí pueda convertirse en “un faro y un lugar donde a cualquier entrerriano le gustaría vivir”.
En camino
Galimberti fue precandidato a gobernador cuando se sabía que no iba a representar a la escudería Juntos por el Cambio porque las circunstancias políticas internas así lo iban mostrando. Entre ellas la posibilidad de repetir mandato al frente de la Municipalidad, como lo hizo con el 67,5 por ciento de los votos. La mejor elección en porcentajes de toda la provincia.
Enrolado en el sector interno de Fabián Rogel, con quien estuvo este fin de semana, no está dispuesto a sacar los pies del plato, es decir de la coalición con la que alcanzó la Intendencia.
En Chajarí, Cambiemos no es el radicalismo, el PRO y los adherentes a Elisa Carrió. También tiene a peronistas y socialistas. En su discurso, Galimberti repitió en varias oportunidades la idea de “construcción colectiva”. No obstante no tiene dudas que la UCR tiene que tener otro en el escenario político. Así quedó plasmado en el documento que firmó junto a Rogel y otros dirigentes de la Alternativa Radical, en donde se llama a “recuperar la identidad partidaria”.
En su entorno aseguran que no está pensando en ningún cargo, pero se encargan de remarcar que cada 10 días recorre lugares por fuera de su ciudad. La semana pasada estuvo tomando unos mates con vecinos de Federal, según la foto que él mismo se encargó de mostrar. Incluso lo hizo con posibles futuros opositores, como Adán Bahl.