Por Pablo Bianchi
Tal como estaba previsto, dio inicio este jueves por la mañana en la ciudad de Colón, el juico por Jurados, por la causa que investiga la muerte de Gisela Grispi (39), que tiene como acusado a Heraldo Martirena de 42 años, ex pareja de la víctima, sindicado de ser autor de femicidio y el caso está bajo el Legajo Nº 2565/2020 caratulado «Martirena Heraldo Rubén S/HOMICIDIO AGRAVADO (DOBLEMENTE AGRAVADO ART 80 INC 1 Y 11)»(agravado por ser la ex pareja y por mediar violencia de género).
El debate es dirigido por el juez Técnico, doctor Rubén Chaia, siendo el fiscal el doctor Alejandro Perroud, con la colaboración de la fiscal Micaela Di Pretoro, en tanto que la Defensa es ejercida por los doctores José Esteban Ostolaza y Pablo Sotelo.
El hecho ocurrió entre la noche del viernes 20 y la madrugada del sábado 21 de noviembre de 2020, en su domicilio de Rufino Mir N° 1080 de Colón.
Hoy fue jornada de alegatos de apertura, donde las partes mantuvieron sus teorías y sostuvieron que (en el caso de la Fiscalía) que se estaba ante un caso que bien podría llamarse “Crónica de una muerte anunciada” y que en tiempos de Ni una Menos, Gisela fue Una Más.
Perroud dijo que se estaba ante la historia de un violento que terminó con un ciclo de violencia, al asesinar a su ex pareja en el baño de la casa de Rufino 1080 de Colón, luego de un proceso que empieza con discusiones, gritos, sigue con insultos y agresiones que llevan al femicidio, resaltando que mientras fueron pareja hubo hechos violentos que llevaron a la denuncia de la víctima, por lo que había una orden que le prohibía acercarse a Gisela, la que poco le importó. Para la Fiscalía, Martirena fue y estuvo hasta el otro día, habiendo permanecido en la vivienda con la mujer muerta en el baño, casi 22 horas, lo que consta en imágenes de cámaras y por testigos.
También dijo que se halló una nota tipo suicida que, por las pruebas caligráficas, se comprobó que la víctima o escribió, a lo que se agrega el hecho de que el acusado se llevó el celular y escribió mensajes a conocidos de la mujer, simulando ser ella para hacer ceer que se iba a ausentar, comprobándose por la forma de escribir, que no era ella y que tras el hallazgo del cuerpo, Martirena se comunicó con conocidos diciéndole que estaba hasta las manos y que se iba.
El fiscal dijo que con las pruebas se demostraría la responsabilidad de Martirena en el crimen de Grispi, pero aclaró que algunos inconvenientes ya que no se pudo establecer cómo fue asesinada, debido al estado de putrefacción avanzada del cuerpo.
Fuente 03442