Al menor de los Bonelli se le mezclaron dos grandes sensaciones, la de obtener su primera victoria como motoristas, ya que le prepara el impulsor a Juan Manuel Silva, y la de que quizás sea su última competencia en TC.

Terminaron las maratónicas cinco horas y media de carrera en el Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires, y la mayoría de los pilotos se mostraban emocionado por terminar con un fin de semana que prepararon mucho tiempo.

Sin embargo, Nico Bonelli llevó esa emoción hasta las lágrimas, porque fueron con su hermano Prospero al “Coliseo Porteño” sabiendo que su principal sponsor no seguirá en el equipo, lo que lo complica su continuidad en la categoría.

A su vez, la alegría de haber ganado por primera vez como motoristas, gracias al “Pato” Silva y Juan Tomás Catalán Magni, que se llevaron los 1000 kilómetros de TC, lo hacía llevar sus sentimientos al extremo.

Fuente: Carburando