Alberto Fernández fue directo al grano. Aseguró que el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado el 19 de marzo, y a punto de ser prorrogado por tercera vez, dio por ahora buenos resultados. Que este sábado anunciará oficialmente la extensión, que sería, según fuentes oficiales, hasta el 10 de mayo con la firma del nuevo decreto que terminaban de pulir en la Secretaría Legal y Técnica. Que se incorporarán “semáforos sanitarios” para medir el avance del coronavirus en las provincias. Y que está en estudio la posibilidad de habilitar ratos de esparcimiento al aire libre para los menores.
Y le dio enseguida la palabra a los gobernadores, con los que conversó de a uno y por orden alfabético y de los que recibió un fuerte respaldo en vísperas del anuncio oficial de este sábado, cuya puesta en escena todavía definían en Olivos.
El presidente, como en la previa de las tres anteriores decisiones de este tipo, se aseguró de esta manera a través de la teleconferencia el aval político de los gobernadores y del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de cara a la nueva fase de la cuarentena, que en los últimos días empezó a incorporar el regreso de algunas actividades de manera paulatina en al menos nueve provincias que registran una leve evolución del virus, y que son monitoreadas por el comité creado ad hoc y encabezado por la Jefatura de Gabinete.
De hecho, los gobernadores, preocupados también en buena medida por el impacto de la crisis sanitaria en la actividad económica, tenían planeado emitir una declaración contundente tras el encuentro en apoyo de las medidas tomadas por la Casa Rosada para mitigar el impacto del virus que tiene en jaque al planeta.
Algunos lo hicieron a través de las redes sociales, mientras la reunión todavía promediaba, como Arabela Carreras y Omar Gutiérrez, de Río Negro y Neuquén.
Acompañado por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; Julio Vitobello, secretario General de la Presidencia -casi no se despega del jefe de Estado-; los ministros Ginés González García y Eduardo “Wado” de Pedro, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en el salón contiguo al quincho de Olivos que desde hace casi un mes funciona como la sala para las reuniones virtuales, Fernández se mostró seguro de la decisión de extensión del aislamiento, que ayer por la tarde había terminado de consensuar con la ratificación del comité de especialistas convocados a Olivos.
Fueron nueve los infectólogos y epidemiólogos que llegaron hasta la quinta presidencial con datos científicos que confirmaron, según trascendió, que la curva de contagios avanza de manera moderada, y que el famoso “pico” se habría ralentizado por efecto del aislamiento dispuesto a partir del 20 de marzo.
Hasta este viernes, en tanto, en el Gobierno había visiones divergentes en torno a la posibilidad de habilitar un rato de esparcimiento al aire libre para los menores, una sugerencia que también dieron ayer los especialistas del comité que asesora a la Casa Rosada y en la que machacó la delegación de UNICEF que visitó al mandatario a principios de semana.
En el entorno de Fernández aseguraban por estas horas que aún no estaba convencido de la medida, a pesar de la demanda social y de la sugerencia de los expertos. Durante el encuentro virtual con los gobernadores, se analizó la posibilidad de habilitar la iniciativa en algunas provincias. “No en todas”, remarcaron fuentes al tanto de la conversación.
En el área metropolitana, por el momento, la medida no parece tener eco. A nivel nacional, “está en estudio”.
En paralelo, el jefe de Estado confirmó que el gobierno le quitará el IVA a la importación de insumos sanitarios. Hubo consenso con los gobernadores en la fuerte preocupación por la situación de los geriátricos, que en los últimos días fueron noticia por el contagio entre adultos mayores.
De hecho, la Casa Rosada confirmó durante la teleconferencia la incorporación de “semáforos sanitarios” para “medir la situación de las provincias”, tal como resaltaron desde el despacho de uno de los mandatarios del interior.
Es decir que la extensión del aislamiento que se oficializará en las próximas horas desde la quinta presidencial, la nueva fase, empezará a tener diferencias según los distritos. En los grandes centros urbanos, por caso, la cuarentena seguirá con una rigidez similar.
En ese sentido, según trascendió, el Presidente tuvo palabras de elogio hacia el protocolo aplicado en Loncopué, un pueblo neuquino de solo 6 mil habitantes pegado a la cordillera que pudo contener al final el virus después de que fuera propagado por el festejo de cumpleaños de un grupo de amigos, asado mediante.
Kicillof fue el último en hablar. Por la tarde, el gobierno bonaerense había oficializado un listado de actividades -ópticas, laboratorios de análisis clínicos, venta minorista sin contacto con personas, actividad registral nacional y provincial, entre otras, en línea con otras provincias- habilitadas con protocolos sanitarios, por ahora, en 28 distritos.
El Gran Buenos Aires y la Ciudad son los dos distritos que más inquietan a las autoridades nacionales, porteñas y bonaerenses. Y en los que la salida del aislamiento, a futuro, será mucho más gradual que en el resto del país.
Fuente: Análisis Digital