POLICIALES

Geriátrico del “Terror”: Dictaron la prisión preventiva para las dos mujeres dueñas del lugar

Abandonadas a su suerte, golpeados, maniatados, amordazados, mal alimentados, sucios con sus pañales con orina y materia fecal y rodeados de cucarachas, así estaban los ancianos y ancianas alojados en el “Geriátrico del Terror”, La Casa de América, datos que constan en la causa que lleva adelante la fiscal del caso, doctora María José Labalta y que expusiera contundentemente en su alegato ante la jueza de Garantías, doctora Melisa Ríos, cuando solicitó la prisión preventiva de las dos mujeres encargadas del lugar.
Se trata de María Angélica Gianera (70), representada por el doctor Héctor Zaballo y su sobrina Teresa Naniz Gianera (52), representada por la doctora Pamela Velázquez y el doctor Germán Nutini.
Ambas mujeres fueron detenidas la noche del lunes 15 durante un allanamiento solicitado por la fiscal María Becker, al recibir una denuncia sobre los malos tratos a los ancianos, fundamentados con imágenes que logró enviar un familiar al tomar fotos con su celular a escondidas en una de las visitas realizadas.
Cabe destacar que el 8 de septiembre del corriente se habían realizado denuncias por parte de ex empleadas del geriátrico, pero al ser inspeccionado, no se encontraron grandes inconvenientes, ya que las encargadas tuvieron tiempo para “preparar” el lugar.
El factor sorpresa
Lo sucedido en esta oportunidad, fue distinto, ya que ante la gravedad de los hechos y las imágenes que hoy son una prueba objetiva para la Justicia, se solicitó un allanamiento con irrupción de manera sorpresiva, lo que se concretó cerca de las 23 horas del lunes.
Los funcionarios policiales, junto a la fiscal María Becker y el médico forense, doctor Adrián Siemens, fueron al lugar pero para evitar exaltar a los ancianos y ancianas internadas en el lugar, no ingresaron por la fuerza, pero debieron esperar varios minutos que se abriera la puerta, ya que la “única” enfermera para la atención de 14 internos, no tenía llave y debió ir a pedir a la dueña, que vivía en la planta alta, uno de las pruebas de la desidia con la que se trabajaba en el lugar, ya que en caso de ocurrir alguna urgencia, era imposible salir o abrir la puerta con rapidez.
Horror en todo sentido
La doctora Labalta, relató en su alegato que al ingresar al lugar, se encontraron con un interior sucio, con habitaciones en las que apenas se podían desplazar dada la poca capacidad. Abuelos maniatados a las camas imposibilitados de poder moverse, con pañales sucios de varias horas sin cambiar, una sola persona para atender a todos y eso sí, la compañía de muchas cucarachas, a tal punto que la misma fiscal debió soportar que un insecto de estos cayera sobre ella y se me metiera entre sus ropas.
Sin dudas la repentina llegada hizo imposible cambiar el escenario lamentable en el cual estaban los ancianos, lo que motivó la intervención de Criminalística y la inmediata aprehensión de las dos responsables, que tras serle leídos sus derechos, fueron trasladadas a la Comisaría de la Mujer.
Los relatos de la fiscal del caso, en la audiencia fueron verdaderamente escalofriantes y casi increíbles, cuando dijo que se encontraron clavos en las paredes donde se colocaban los elementos de sujeción para inmovilizar a los abuelos o abuelas.
También dijo que las denuncias explican cómo castigaban a los ancianos atándolos a las sillas de ruedas, obligándolos a comer, pegándoles con una cuchara en el rostro cuando se negaban a ingerir un alimento, o metiéndole pan a la fuerza en la boca.
A esto no faltaban las sacudidas, golpes y hasta situaciones de estrangulamiento, cuando las encargadas se molestaban por los “caprichos” de los ancianos.
La doctora Labalta resaltó el estado de indefensión de estas personas de avanzada edad y la responsabilidad de quienes tienen la misión de protegerlas, observándose un evidente estado de abandono de personas y malos tratos, que vulneran todos los derechos de los adultos mayores.
También resaltó el trabajo del Área de Adultos Mayores de la Municipalidad y el personal de Salud, que se abocó inmediatamente a buscar una solución, procediéndose al control de los ancianos y a su traslado, muchos a casas de sus familias y al menos tres al hogar del Hospitalito, lo que les dio la posibilidad de sentirse seguros y contenidos.
El relato de la representante del Ministerio Público Fiscal, que tenía tramos dignos de una película de terror, fue atentamente escuchado por la jueza de Garantías interviniente, doctora Melisa Ríos, quien previamente dio la oportunidad de alegar a las Defensas.
Finalizando el alegato, la doctora Labalta, solicitó la prisión preventiva por 60 días, para poder tomar declaraciones a las empleadas, denunciantes y víctimas, con la tranquilidad de que nadie pueda influenciarlas o atemorizarlas.
Pidieron la libertad y cuestionaron a la fiscal
La dos Defensas coincidieron en solicitar la inmediata libertad de sus clientas, basando su pedido en las edades de las acusadas y sus problemas de salud, al tiempo que cuestionaron la detención, señalando que no fueron notificadas y que ya llevaban caso dos días en esa condición, resaltando que no hay motivos para mantener esta medida, ya que no hay riesgos de fuga, entorpecimiento o antecedentes de penales y que la tramitación de la causa puede seguir con ellas en libertad.
El doctor Zaballo insistió en la libertad de su clienta, María Angélica Gianera, considerando que los dichos de la fiscal están basados en una conjetura muy amplia y superficial, sin apreciaciones puntuales a esta altura de la investigación y si así fuera, su soltura no influiría en la investigación.
“Me parece que los dichos de la señora fiscal son un poco exagerados y no justifican que estas personas queden detenidas”, dijo Zaballo, quien consideró una exageración lo que se pretendía hacer con su clienta, basado en un relato que se podría decir fantasioso.
Estos dichos del defensor, fueron motivo para un llamado de atención de la jueza, quien advirtió al letrado que “por favor doctor siempre digo que ataquemos el legajo y no a las personas. Lo pido y lo reitero en todas las audiencias, ya que uno puede tener una visión o teoría diferentes del caso. Por eso ataquemos el caso”.
Por su parte la doctora Pamela Velázquez reiteró “pedimos la libertad, sin perjuicio de los derechos de los abuelos, ya que consideramos que las imputadas, sobre todo la señora Teresa, que además de su problema de salud, no obstaculizó el procedimiento, fue esposada y llevada a la Comisaría, sin saber quién ordenaba esa medida y desconocía el motivo. No consideramos que vaya a influir en las empleadas o los abuelos y por eso ofrecemos que vaya a vivir con su hija con reglas de conducta”.
Entrevistó a las acusadas
Por la situación sanitaria, mientras se desarrolló la audiencia, ambas acusadas estuvieron fuera de sala, pero luego fueron ingresadas para ser entrevistadas por la doctora Ríos, las que solo se limitaron a señalar con quienes podrían estar viviendo en caso de que se les conceda la libertad.
Tras escucharlas a ambas mujeres, la jueza de Garantías, realizó un pormenorizado análisis de la situación y los elementos aportados a esta altura de la causa por parte de la Fiscalía, considerando que hay elementos suficientes para hacer lugar al pedido fiscal, pero dada la condición de salud y las edades de las acusadas, dispondría la prisión preventiva domiciliaria, con custodia de su familia y vigilancia policial, ordenando que no se comuniquen con víctimas o denunciantes, que no escriban por redes sociales y que no realicen reuniones, ya que en caso de infringir alguno de estos puntos, serán encarceladas inmediatamente.
La doctora Ríos, solicitó a las Defensas que presente en 24 horas a las personas que serán responsables de control y los domicilios donde estarían alojadas, ya que una vez aprobado esto, se dispondrá el traslado, mientras tanto, ambas continuarán detenidas en la Comisaría de la Mujer.
Fuente 03442

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