En pleno verano, la ciudad de San José se encuentra en medio de una severa escasez de agua que ha encendido las alarmas entre los vecinos y comerciantes, especialmente durante la temporada turística, cuando el consumo de este recurso vital alcanza su máximo nivel.
La situación ha suscitado numerosas críticas hacia la gestión del intendente Gustavo Bastián, del partido Peronismo/Kirchnerismo, quien en sus cinco años de mandato no ha realizado inversiones significativas ni mejoras en la red de agua potable de la ciudad.
Una promesa pendiente
Durante su campaña para las elecciones de 2023, Bastián prometió avances concretos en un proyecto para construir una nueva planta de captación y potabilización de agua. “Nuestra ciudad actualmente se abastece con un sistema de pozos y esto vendría a solucionar un problema histórico”, afirmó en su momento. También destacó que el proyecto estaba en su etapa final y expresó su deseo de que pudiera concretarse antes de fin de año.
Sin embargo, a comienzos de 2025, el avance del proyecto sigue siendo incierto, y los vecinos manifiestan su frustración ante lo que consideran una falta de respuestas concretas. “La ciudad ha crecido, y con ello nuestras necesidades. No podemos seguir enfrentando estos problemas cada verano”, declaró una vecina del barrio Perucho.
Impacto en el turismo y las industrias
La crisis no solo afecta a los hogares. Comercios, alojamientos y restaurantes también sufren las consecuencias, lo que pone en riesgo la reputación turística de San José. A su vez, las tres industrias principales de la ciudad, que dependen de la provisión de agua, podrían enfrentar problemas operativos si la situación persiste.
Mientras tanto, los vecinos exigen medidas urgentes para mitigar la emergencia y un compromiso real con las obras que aseguren el acceso al agua potable para todos. La gestión municipal, por su parte, ha guardado silencio ante las críticas.