En una noche colmada de emociones se concretó el jueves la primera edición de “Lo Vivimos, lo
Contamos”, jornada sobre discapacidad organizada por la Asociación Hogar Rural de Villa Elisa.
Ante un salón Heraldo Peragallo colmado hubo testimonios de seis familias que viven la
discapacidad, quienes relataron cómo se originó la misma, de qué manera llegaron al diagnóstico,
cómo fue el camino de la rehabilitación, cuáles fueron y son las mayores dificultades y desafíos a
los que se enfrentan. Por su parte, Luciano Sánchez (profesor de danzas folclóricas) y Guillermo
Moren (profesor de Educación Física) contaron cómo llevan adelante la integración en sus
respectivas disciplinas.
Singular y alentador fue también el relato de Alexis Padovani, joven deportista que quedó
cuadripléjico jugando un partido a beneficio de los lesionados medulares del rugby. Su historia, en
un breve video que se proyectó al principio, sirvió como disparador de la temática.[{adj:20207 alignnone size-full}]Un espacio necesario
“Nadie está exento…La discapacidad puede atravesar cualquier etapa de nuestras vidas. No
importa raza, edad, sexo, condición social, tampoco si eres cuidadoso con tus hábitos o un
transgresor. Sólo pasa…sin grandes anuncios ni premoniciones. Y cuando pasa todo parece
desmoronarse… Porque en la discapacidad debemos hacer camino al andar, porque descubrís de
pronto que la comunidad y su entorno se construyeron a partir de la normalidad, porque la
realidad te muestra la necesidad de rediseñar tu vida, tus sueños y expectativas, la de toda la
familia y entorno, de manera casi instantánea” fueron las palabras de apertura de Marta Maschio, presidente del Hogar Rural
De lo sucedido durante el encuentro y de las repercusiones recibidas se desprende cuán necesario
era y es este espacio. Quienes atraviesan la discapacidad necesitar decir, encontrarse con otros,
que se comprenda la lucha y la necesidad de empatía para que la inclusión sea posible.
Agradecimiento Desde el Hogar Rural se agradece a Marisela, Sonia, Andrea, Jesica, Daniela y Pedro por sus
testimonios de vida. A Fiama y a Pedro Roude, quienes con su música completaron una noche
inolvidable.
Finalmente gracias a todos los que concurrieron y a aquellos que, de distintas maneras,
contribuyeron para que esta primera edición pudiera realizarse tan satisfactoriamente.