Emotivo encuentro en la Casa del Bicentenario
La Comunidad de Colón perdió a un gran hacedor cultural, que deja una profunda huella en su labor para el reconocimiento de las artesanías Una emotiva y muy sentida despedida se vivió en la Casa del Bicentenario de Colón junto a familiares del Maestro Artesano Hugo Da Silva fallecido el pasado 21 de septiembre a los 71 años, y cuya urna con las cenizas estuvieron presentes durante la tarde noche del jueves.
Allegados y vecinos de Colón y del Departamento se acercaron para acompañar a la familia y saludar por última vez al impulsor de la Fiesta Nacional de la Artesanía de Colón, fundador del Centro Artesanal La Casona e impulsor de la Ley Provincial de Artesanías, entre otros logros que reconoce todo el país. Estuvo presente el Intendente José Luis Walser que fue invitado por la familia a expresar unas palabras, y pasaron también por el salón concejales y funcionarios.
Gustavo Da Silva, hijo de Hugo, pronunció unas palabras cargadas de emoción en nombre de la familia, como así también un amigo de la familia, Pedro Ariel Lejman. Se leyeron además salutaciones recibidas y se compartió un emotivo video con imágenes de los documentales de Hugo y recorriendo el país visitando a distintos artesanos junto a la productora “El Buey Solo”.
“Quiero abrazar a toda la familia en nombre de toda la comunidad de Colón, sé que es un momento duro e inexplicable, este es un plan de Dios y es la única forma de entenderlo” dijo José Luis Walser.
“Yo voy a recordar a Hugo como alguien que enseñaba, que daba permanentemente lo que él sabía, hemos perdido a alguien muy importante, él ha puesto su vida, su pasión, su amor por lo que hacía, al servicio por la Comunidad”.
“A él le debemos la reputación que tiene Colón por la principal y más genuina muestra artesanal del país, su preocupación por que el artesano esté bien, disfrute y pueda vivenciar lo que para él era toda su vida, la artesanía, poner las manos, el corazón y la mente en algo y transformarlo en algo” sostuvo el Intendente de Colón.
Gustavo Da Silva, en nombre de la familia, expresó: “Mente, manos y corazón bien lo dijo mi viejo. Eso era él: pura mente pensando en el bienestar de todos, puras manos en cada uno de sus trabajos y, sin dudas, puro corazón, porque amaba inmensamente el mundo mágico de la artesanía”.
“Yo lo seguí en este mundo, fue y será mi gran mentor y maestro! También otros muchos más lo siguieron en el camino del "Arte Sano", esos hombres y mujeres de pasiones y amor a la artesanía; y otros tantos sólo vieron en él una oportunidad para subir un peldaño más”.
“Como dijo papá, la artesanía es un triángulo que combina la mente, las manos y el corazón para crear arte sano y lo que termina en artesanía, la que está compuesta de esfuerzo, sacrificio, humildad, humanidad, y sobre todo con amor, dejando, su creador, el artesano y artesana, un poco de sí en cada una de sus obras”.
“Y es por ello que, cada una de ellas, tiene vida propia, todo lo que se halle fuera de este triángulo se convierte sólo en un producto con un único valor: el económico. Gracias por el acompañamiento”.