El intendente de Colón, el vecinalista José Luis Walser, presentó una denuncia penal ante el Ministerio Público Fiscal por los hechos ocurridos en el Palacio Municipal el 6 de diciembre último durante la realización de un paro convocado por el Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram) en reclamo de mejoras salariales.
En la presentación, Walser formuló “denuncia por la posible comisión de hechos ilícitos de naturaleza penal, perpetrados en perjuicio de la Administración Municipal” ocurridos en la protesta del 6 de diciembre en el edificio de la Municipalidad de Colón, ubicado en la esquina de Hernández y 12 de Abril, cerca de las 7. Ese día se bloqueó el ingreso al edifico con cubiertas usadas.
Luego, los delegados del sindicato “ingresaron a las galerías y al patio del Municipio, haciendo sonar elementos de percusión y colocando carteles indicadores del gremio” de modo tal que obstaculizaron a las cámaras de seguridad del interior del edificio. Además, “tuvieron expresiones hacia las empleadas de la Secretaría Privada y Presidencia que en muchos casos consistieron en agresiones e insultos”.
La protesta siguió con el encendido de “bengalas que despedían gases tóxicos y fuegos de artificio no autorizados por la normativa municipal, disparándolos en la mayoría de los casos hacia las puertas de las oficinas”. En ese escenario, dice la denuncia, “debieron cerrarse las oficinas con lleva, ya que los representantes del sindicato querían ingresar violentamente e insultaban a los agentes y funcionariado”.
A referentes del gremio la denuncia describe con “expresiones amenazantes con intimidación” y resalta que se encendió “una bengala en el interior de la oficina de Catastro, generando riesgo de incendio en esa área en la que se encuentran todos los planos de las edificaciones registradas de la ciudad”. Luego, “comenzaron a encender bengalas en contacto con las puertas de ingreso a las oficinas y disparar fuegos artificiales contra las mismas”.
La situación cobró momentos de tensión cuando con una bengala prendieron fuego en una oficina, “dañando el patrimonio municipal, considerado histórico por su antigüedad”. A eso, se agregó “los gestos obscenos que realizaban los delegados del Sitram a agentes de sexo femenino, e insultos a los presentes y a este Intendente”. Mientras, “en el exterior del edificio estuvieron prendidas fuego casi toda la mañana las cubiertas que utilizaron para el corte de calle, provocando contaminación del medio ambiente y perjuicio para los vecinos”.
En su presentación, Walser acompaña datos de dirigentes sindicales presentes en la protesta, y entre los señalados está el titular de Sitram, Adolfo Camanduli.

El Sitram no acordó la oferta de recomposión salarial del Municipio -10% en noviembre, 10% en diciembre- que sí en cambió aceptó la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).
Desde el gremio habían señalado que “jamás amenazaron, ni lesionamos ni hicieron correr peligro la vida a ningún empleado municipal ni a ningún funcionario público. El paro del día de ayer (por el 6 de diciembre) fue resuelto y decidido por asamblea de afiliados, celebrada en nuestra sede sindical. En dicha jornada de reclamo y movilización sólo interactuamos con afiliados y no afiliados a nuestra entidad quienes nos demostraron su apoyo y el temor de participar por los llamados recibidos y la amenaza de represalias en caso de adherir al referido paro de actividades. Nadie puede desconocer que los sueldos no alcanzan y, más allá del porcentaje de aumento que acumulado alcanza al 124%, lo cierto es que la inflación es del 140% por lo que nuestro salario se ha devaluado ostensiblemente, situación que no puede avizorar los representantes de la patronal”.
Desde el Sitram sostuvieron que «en las paritarias salariales deben participar dos partes, la representación patronal y la representación sindical y siempre en el marco de la libertad y democracia sindical por lo que no puede el DEM otorgar por decreto lo que quiere y se ajusta a los intereses de los funcionarios en desmedro de los ingresos de quienes hacen el trabajo para la comunidad, es decir, los empleados municipales, quienes los caracteriza una fuerte voluntad de ayuda y compromiso con la comunidad para sostener una ciudad limpia y organizada, más si tenemos en cuenta que hoy perciben la mayoría un sueldo básico de $ 124.958».